Que acabe ya este cuatrimestre maldito del 2018 donde me han pasado, quizás, de las peores cosas de mi vida Y mira que he recibido golpes duros a lo largo de ella. Aunque en los momentos difíciles también hay cosas buenas, los amigos de verdad, las personas que te quieren y te cuidan por encima de todo, el reencuentro con parte de la familia. Todas esas cosas me han ayudado a seguir adelante. Incluso desde el dolor se incentiva la creatividad. Y de estos días han nacido unos textos que, aunque no pasaran a la historia de la literatura,ni tampoco es esa mi intención al escribirlos, pretendo que acaben en forma de libro y salga a la luz. Negro sobre naranja, que no negro sobre blanco. Escribir esos textos me ha servido como válvula de escape durante estos cuatro duros meses. Han servido como terapia de choque para entender algo que, a día de hoy sigo sin entender, pero quizás ayuda a que el dolor sea más llevadero. Ya existe un primer borrador de dicha maquetación y...