HABLEMOS DE ACCESIBILIDAD 
En la ciudad de Alicante existe también, por parte de algunas fuerzas políticas, la intención de peatonalizar parte del centro. 
A esas fuerzas políticas las subía a una silla de ruedas y les dejaba en medio de la ciudad.
En vez de “grandes ideas” salidas, la mayoría de las veces desde el desconocimiento y la ignorancia, les recomiendo que empleen sus energías en pequeñas cosas que harán de esta ciudad un lugar más “vivible”. 
Cuando los pasos de peatones y sus correspondientes rebajes para personas que van en silla de ruedas o llevan un carro de un niño o un carro de la compra se convierten en verdaderas barreras insalvables, es que algo estamos haciendo mal. 
Pero claro, eso no da titulares, como si los dan hablar de peatonalizar todo el centro. 
Cuando parecía que teníamos superado el “zoning” del urbanismo de los 60 aparecen ahora iluminados que, con ideas absurdas nos quieren llevar a los mismos problemas. 
Tenemos, o eso creía yo, claro que para que una ciudad funcione tiene que existir una mezcla heterogénea de usos. 
Y por lo tanto también de circulaciones. 
Quitar el tráfico rodado solo por el hecho de que es políticamente correcto es un gran error. 
Eso solo nos traerá la aparición de guetos. 
La diversidad de usos da riqueza a la ciudad. 
Por eso debe de existir también diversidad de tráficos y flujos. 
Hagamos una ciudad cómoda para pasear, hagamos una ciudad “para el hombre” y no hagamos demagogia barata.
DIVERSIDAD y RESPETO AL DIFERENTE deberían ser los pilares de cualquier actuación. 
Claro que hay centros y calles que se pueden y se deben peatonalizar, pero previo un estudio serio de circulaciones y flujos. 
Estudios realizados por los profesionales que están formados y saben de esto, y eso solo son los arquitectos. 
Para muestra el nuevo paseo de Urbanova, con unos problemas muy serios de evacuación de aguas. Solo hay que investigar un poco el perfil del profesional que firma dicho proyecto y nos daremos cuenta de dónde viene el problema.
El papel lo aguanta todo pero luego la realidad, el día a día, no suele hacer caso a ese tipo de propuestas. 
Solo hay que fijarse en algún jardín, el proyectista, desde su mesa de trabajo imagina unos recorridos que luego se plasman en la realidad. 
En muchos casos nos encontramos con que, la gente, en vez de utilizar esos pasos pensados a priori, deambula por sitios donde hay vegetación, creando con el uso un paso no planteado.
Es ahí donde nos damos cuenta que la realidad pone a cada cosa en su sitio. 
Sin entrar ya en que “idea de ciudad” se quiere implantar en Alicante. 
A día de hoy es algo que desconozco desde todos los espectros de la política. 
Solo oigo “ideas felices” que salen de tertulias de bar más que de una reflexión seria y profunda del concepto de ciudad. De dónde estamos y a dónde queremos llegar. 
Alicante, seguramente la ciudad con el clima más benigno de toda Europa, es una ciudad inhóspita para el ser humano, no invita al paseo. 
No invita a esa maravillosa experiencia que supone perderse por sus calles y dejarse sorprender por esos rincones mágicos que todo entorno urbano tiene. 
Los únicos lugares que a mí, como arquitecto, como alicantino me invitan a perderme disfrutando del paisaje urbano son “el barrio” y el Castillo de Santa Bárbara. Pero ambos espacios, maravillosos por sí mismos, por su topografía no pueden ser accesibles a todo el mundo. 
Hagamos una ciudad para el ser humano, pero desde los pequeños detalles. 
Otro espacio que destacaría sería el parque de La Ereta, único proyecto Europan de está ciudad. 
Pero desgraciadamente tampoco es accesible y además su estado de conservación es, sencillamente, lamentable. 
Por culpa de una caída llevo 3 semanas en silla de ruedas y me quedan otras 3 más, pero esta experiencia me ha servido para darme todavía más cuenta que esta ciudad no está pensada para las personas. Yo, que a pesar de mi impedimento temporal para caminar soy una persona ágil, no me puedo desplazar solo, sin ayuda, por esta ciudad. 
Es una continua carrera de obstáculos, y no solo para ir en silla de ruedas si no, como decía antes para actos cómo llevar el carro de la compra o un carro de bebé. 
Hablemos de ACCESIBILIDAD pero desde la seriedad, desde los pequeños detalles que no dan titulares de periódicos pero que, por el contrario hacen de una ciudad un lugar agradable para vivir. 
Recuperemos el espacio público para las personas. Hagamos del espacio público un lugar de encuentro, desde la diversidad, desde el respeto al otro. 
Recuperemos el espíritu de la ciudad, que es el intercambio de ideas entre las personas.
Recuperemos el concepto de “ágora”.
Recuperemos el concepto y el espíritu de la “polis”.
Háganos de todo el espacio público ese lugar agradable para la convivencia de todas las personas. 
Pero eso se hace desde estudios serios, desde pequeñas actuaciones y no desde ideas cargadas de demagogia. 
Otro día hablaré de la accesibilidad en el interior de los edificios. Otra batalla perdida. 
Y cómo suelo terminar últimamente mis escritos, “Pon un arquitecto en tu vida” 

Alicante, 11 de enero de 2019.

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